Desde que volvimos de vacaciones Marc nos había pedido en muchas ocasiones que le comprásemos una, y tanto Toño como yo le decíamos que se la pediríamos a los Tres Reyes Magos porque no queremos que piense que va a tener cada cosa que pida, se pasa el día pidiendo y hay que frenarlo un poco.
El día 19 fuimos a Decathlon a comprar unas cosillas y con la escusa de las compras miramos las bicicletas para tener claro qué tamaño pedirle a los Reyes. Pero al día siguiente al llegar al trabajo (trabajo en un centro comercial) le pregunté al chico de las bicicletas si tenía alguna para nuestro pequeñajo, y la sorpresa fue que tenían una del FCB que estaba rebajada de precio de forma escandalosa, por ser la última.
No hay que decir que le colgué un cartelito de "reservada" y la metimos para el almacén hasta que la viese Toño por la tarde.
Así que por la tarde nos fuimos los cuatro, Marc se quedó alucinado cuando la vió y no se bajó de ella ni para pasarla por caja, pero como ya era muy tarde...
La estrenó al día siguiente y los dos se lo pasaron genial echando unas carreras en la plaza.
De ahora en adelante ya podremos salir los cuatro juntos, cada uno con su bicicleta.
De ahora en adelante ya podremos salir los cuatro juntos, cada uno con su bicicleta.
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