martes, 4 de mayo de 2010

La espera compensa...

No hace muchos días hablaba con mi querida Pili, compañera de aventura, persona que me dio la noticia de que era mamá por segunda vez y a día de hoy una entrañable y querida amiga. Hablamos a menudo y siempre que lo hacemos intercambiamos impresiones sobre las experiencias que a diario vivimos con nuestros peques.

La verdad es que cuando esperas el tiempo pasa muuuuuy lentamente al contrario que cuando los tienes en casa, que parece que el tiempo se te escape sin apenas darte cuenta de ello. Los días se hacen cortos y no te da tiempo a hacer todo lo que te gustaría, al igual que las noches porque hay noches que por mucho que duermas no acabas de recuperarte del todo para poder afrontar al cien por cien el nuevo día que empieza, y si además se ponen malitos el instinto hace que duermas aún más pendiente que una noche normal, con un ojo abierto y otro cerrado y el sentido del oído orientado a la habitación en la que duerme tu pequeño, estando alerta por si te necesita para lo que sea.
Y creo que con esto último que acabo de comentar estaréis más que de acuerdo conmigo.

Pero hasta hoy siempre he dicho y siempre lo diré que cuando el día acaba puedo acostarme, cansada, agotada, destrozada, sintiéndome mal por haberme enfadado con mis peques, o por haberles castigado, pero desde que tenemos a nuestros dos tesoros con nosotros en casa, no hay noche que pase que deje de acostarme....

SINTIÉNDOME AFORTUNADA, ORGULLOSA Y ENORMEMENTE FELIZ POR TENERLOS

Porque hay momentos en que mis peques me emocionan enormemente sin ser conscientes de ello, con lo que dicen o con lo que hacen, con toda frescura y naturalidad, agradeciéndote con un gesto o con una palabra todo lo que haces por ellos.
Y os digo todo esto porque anoche me acosté sintiendome muy bien...

Después de conseguir anoche que a Marc le bajase la fiebre (volvió a ponerse a 39,5º) lo acosté en su cama junto a la de Biel y cuando me disponía a salir de la habitación se me quedó mirando y con voz cansada me dijo: Mami te quiero...

Así que cómo no me voy a acostar SINTIÉNDOME AFORTUNADA, ORGULLOSA Y ENORMEMENTE FELIZ DE TENERLOS, si esas tres palabras hacen que engorde de felicidad...


2 comentarios:

  1. ROSA, QUE SI QUE SOMOS MUY AFORTUNADAS,QUE ESTOS HIJOS NUESTROS SON MUY NUESTROS,QUE PODEMOS PASAR MALOS MOMENTOS,PERO SIEMPRE EN NUESTRA MEMORIA ESTAN LOS AÑOS DE ESPERA,DE ANGUSTIA,Y ESO TE HACE QUE EL CORAZON SE TE APRIETE Y TE SIENTAS MAS AFORTUNADA DE TENERLOS EN CASA .......SU CASA

    ResponderEliminar
  2. Pili tiene su blog con password y no puedo entrar. Por favor dile que pienso en ella simpre y que la quiero y le deseo todo lo mejor. Para ti un abrazo y muchos buenos deseos.

    ResponderEliminar